viernes, 29 de agosto de 2014

Raúl García, el jugador más en forma del país

Foto: Clubatleticodemadrid.com
El Cholo Simeone le animó, le dijo que podía, le motivó. Y Raúl García respondió. Se ajustó las botas y dijo una y otra vez que ahí estaba él. Corrió como Aduriz en el segundo gol del Athletic ante el Nápoles y que clasificó al conjunto bilbaíno para la Champions. Pero lo hizo todos los días. Saltó como Santillana en cada córner. Pero contra defensas más altos y fuertes. Miró a los ojos al mejor Real Madrid de la historia. Y le ganó.

Es un goleador al que nadie esperaba, una sorpresa que ha pasado de gato a león, un jugador al que hoy todos temen. Sus cabezazos han sido definitivos para que el Atlético de Madrid ganara la Liga, para mantener el ánimo de sus compañeros, para tirar para arriba del espíritu del grupo.
Hoy Del Bosque ha llamado a su móvil. Ya era hora. Quizá otro gallo hubiera cantado en el anterior Mundial, aunque admito que es un debate inútil. Ahora es bueno mirar al futuro. La Selección Española tiene un activo inigualable, que lo ha demostrado todo ante rivales teóricamente superiores, al que nadie ha regalado nada, que se ha ganado cada titularidad a base de esfuerzo y disciplina.
Raúl García, si Del Bosque le da minutos (y, si no, se los ganará), dará la campanada, ayudará a devolver a España el espíritu vencedor. Eso sí, el seleccionador debe entender también que se acabó la época del 'tiki taka' y que ahora es el turno de la intensidad.

2 comentarios:

  1. Realmente es un jugador al que hasta ahora se le ha dado poco protagonismo. Es de esos que te hacen ganar el partido en silencio, pero ese silencio se convirtió en un grito ensordecedor en la ida de la supercopa. Una clara demostración de que no los mejor pagados son los más luchadores.
    El debate de la selección, aunque inútil, recuerda la indignación especialmente de los atléticos respecto a la absoluta. Raúl García es parte del alcohol que cierra la herida del mundial. Una herida provocada por la ceguera de un seleccionador cuya actitud nos recordó a Javier Clemente o a Javier Camacho, todos empeñados en convocar a jugadores mayoritariamente madridistas dejando a los que claramente fueron los mejores de la temporada en sus casas, como fue el caso de Raúl García, o el banquillo, como fue el de Koke hasta que todo se vio perdido.
    Hay jugadores que no llaman, sino que aporrean la puerta de la selección. Hacer oídos sordos deja mucho que desear de nuestro seleccionador.

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  2. Gracias por tu comentario. Muy acertado lo de aporrear a la selección.

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