Seguridad y Tribunales cierra, pero el concepto continúa

Seguridad y Tribunales también tuvo una versión radiofónica.
En la imagen, José Antonio Gutiérrez, Daniel Portero, Roberto
Ruiz Ballesteros y David Fernández. 

Es duro comunicar esto, pero es lo que hay. Seguridad y Tribunales desaparece. Tras algo más de dos años y 700 noticias, la agencia de información especializada que puse en marcha con tanta ilusión y tan poco dinero no tiene más remedio que echar el cierre. El proyecto iba bien, pero el crecimiento era demasiado lento y, en ese contexto, el diario digital con más visitas de España me ofreció trabajar en su redacción. Tras valorar pros y contras y después de varias conversaciones que revelaban una clara conexión profesional, decidí dar mi sí incondicional.

La Policía está mejor vista

Las manifestaciones violentas se reducen. El pasado martes, el director de la Policía, Ignacio Cosidó, afirmó que durante los ocho primeros meses del año hubo la mitad que en el mismo periodo de 2013. La cifra supone un respiro para el Gobierno, que en los dos primeros años de la legislatura ha sido atizado por los ciudadanos disconformes y cabreados. En 2012, más de 36.000 concentraciones sirvieron para expresar ese descontento popular, una cifra jamás alcanzada antes en España.

Comentarios gramaticales de escritos judiciales (I). Pocos puntos y muchas comas.

Foto: Poderjudicial.es

"Las palabras absuelven, las palabras condenan; señores, cuiden las palabras". Esta frase fue pronunciada por Víctor García de la Concha ante un auditorio repleto de fiscales. La importancia de elegir el término apropiado, de evitar ambigüedades, de redactar un texto inteligible resulta clave para que una sentencia judicial consiga cumplir su misión, que no es otra que trasladar con claridad una resolución y unos argumentos a las personas a las que afecta. Pero esto no siempre ocurre así.

El papel del PP en el Faisán. ¿Alguien entiende algo?

Enrique Pamies y José María Ballesteros, los dos policías
condenados por el chivatazo a ETA de 2006.

El PP utilizó el caso Faisán para atacar una y otra vez a Alfredo Pérez Rubalcaba cuándo éste sostenía la cartera del Ministerio del Interior. Todos los miércoles, el diputado Ignacio Gil Lázaro arremetía con grandilocuente lenguaje –como si fuera el fin del mundo– contra el luego vicepresidente del Gobierno. La tenacidad del parlamentario y las diligencias solicitadas por las acusaciones populares en el proceso judicial mantenían vivo el tema en las portadas de los periódicos y en algunos noticieros.

El momento de condecorar

El actual Rey Felipe VI condecora a un policía el año pasado,
cuando aún era Príncipe.

El Ministerio del Interior condecorará a los 46 policías que participaron más activamente en la resolución de la investigación del presunto pederasta de Ciudad Lineal. Se trata de 40 medallas blancas y seis rojas. Cuando en Seguridad y Tribunales publicamos esta noticia en la web de uno de nuestros clientes, Lainformacion.com, los comentarios de los lectores parecían unánimes. ¿Por qué tienen que premiar a unos profesionales por hacer su trabajo?

¡Más medallas!

Fernández Díaz impone una medalla
durante el pasado Día de la Policía.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) acaba de hacer público un informe que recoge el número de medallas rojas que ha repartido el Ministerio del Interior a sus funcionarios de la Policía Nacional durante los últimos cuatro años. Las conclusiones del documento elaborado por el SUP son fundamentalmente dos.
Desde 2011 hasta el actual ejercicio ha aumentado el número total de condecoraciones con distintivo rojo que reparte la Dirección General de la Policía de las 119 que se entregaron ese primer año contabilizado a las actuales 173. Esto, para el sindicato, es muy grave sobre todo en estos tiempos de crisis, dado que las medallas rojas están pensionadas de por vida y conllevan por lo tanto un incremento del sueldo de los funcionarios.

Raúl García, el jugador más en forma del país

Foto: Clubatleticodemadrid.com

El Cholo Simeone le animó, le dijo que podía, le motivó. Y Raúl García respondió. Se ajustó las botas y dijo una y otra vez que ahí estaba él. Corrió como Aduriz en el segundo gol del Athletic ante el Nápoles y que clasificó al conjunto bilbaíno para la Champions. Pero lo hizo todos los días. Saltó como Santillana en cada córner. Pero contra defensas más altos y fuertes. Miró a los ojos al mejor Real Madrid de la historia. Y le ganó.